El aceite de argán se elabora a partir de los frutos recogidos en el árbol de argán (especie Argania spinosa, de la familia Sapotaceae). Este árbol es declarado Patrimonio Universal por la UNESCO desde 1998, y es uno de los árboles que posee mayor resistencia a las sequías, está adaptado a vivir en climas casi desérticos. Puede desarrollar raíces de gran longitud para obtener agua de las profundidades de la tierra. En Dietética Ricard te lo explicamos.

Este árbol lo podemos encontrar en Marruecos, y puede llegar a vivir más de 200 años. Tiene un tronco corpulento en forma de caracol ya veces sobrepasa los 10 metros de altura. El árbol de argán da sus frutos durante los meses de mayo y junio.

El aceite de argán es un producto extraído de una planta endémica del suroeste Marruecos donde se le conoce como el Oro del desierto.

Tiene propiedades muy hidratantes para la piel, ya que sus ácidos grasos insaturados son responsables de preservar la estructura celular para la retención del agua.

El argán es rico en ácidos grasos, los que mantendrán una hidratación óptima. Además nutre muy intensamente por la elevada presencia de vitaminas antioxidantes como las vitaminas C o E.

Se dice que es un magnífico regenerador y la acción antioxidante de las seve vitaminas ayuda a restaurar el metabolismo natural, reduciendo visiblemente las arrugas, ayudando a mejorar el estado de la piel para conservarla suave y lisa.

Tiene una textura suave y eso hace que penetre fácilmente los poros sin obstruir-, actuando en sus capas más internas.

El aceite de argán es altamente recomendado por los dermatólogos en el tratamiento del acné leve, la psoriasis y muchos tipos de problemas relacionados con la piel.